Fobia social: Cómo detectarla, causas y tratamiento
Por Psicólogo Barcelona.
Todas las personas, en algún momento de nuestras vidas, hemos experimentado esa sensación de nerviosismo o incomodidad en alguna situación social. Bien porque no conocíamos a nadie, bien porque teníamos que hablar en público, etc.
Sin embargo, aunque estas sensaciones son perfectamente normales, un la experimentación de un profundo temor, estrés y/o ansiedad antes estas situaciones puede ser un indicador de fobia social. En este artículo desvelaremos cómo detectar la fobia social y cuáles son sus causas y tratamientos.
-Los ríos profundos corren tranquilos.- Haruki Murakami.
¿Qué es la fobia social?
La fobia social, también conocida como trastorno de ansiedad social, es un trastorno de ansiedad social que se distingue porque, la persona que la padece, experimenta una sensación de ansiedad y temor excesivos ante situaciones sociales cotidianas.
Al igual que ocurre con otras fobias específicas, el miedo propio de una fobia social se caracteriza por ser exagerado, incontrolable y persistente a través de las situaciones. El origen de este miedo radica en la idea de que se está siendo observado y juzgado por otras personas allí presentes que pueden llegar a avergonzar o humillar a la persona.
El temor que sienten estas personas puede llegar a ser tan intenso que interfiere con sus rutinas diarias, el trabajo o la escuela y aunque reconocen que este miedo a las situaciones sociales es desmesurado, no son capaces de controlarlo ni superarlo.
Las situaciones que abarca la fobia social pueden ser muy variadas. Mientras que en algunos casos el temor se limita a un solo tipo de situación, como hablar en público, en otros casos los síntomas aparecen por el mero hecho de estar con otras personas, habitualmente, que no conocen.
Es muy habitual que varias personas de una misma familia desarrollen fobia social, de ahí que se barajen distintas posibilidades en cuanto a la causa de esta. Tanto genéticas como relacionadas con el aprendizaje.
Según los estudios, este trastorno suele estar acompañado de síntomas de depresión u otros trastornos de ansiedad y, además, las personas que lo padecen tienden a automedicarse o a recurrir al alcohol o las drogas para superar el miedo. De ahí que sea tan importante recurrir a la ayuda de un psicólogo profesional para vencer esta fobia.
¿Cómo detectarla? Signos y síntomas
En aquellos casos en los que la fobia social llega a interferir notablemente con la rutina diaria, el funcionamiento laboral, la vida social o simplemente la ansiedad es demasiado insoportable para la persona, se recomienda acudir a la consulta de un especialista en psicología para que este realice un diagnóstico y un plan de tratamiento ajustado a las necesidades de la persona.
El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM) es una herramienta sumamente útil a la hora de realizar un diagnóstico psicológico, ya que en él encontraremos los criterios necesarios para realizar un diagnóstico certero de cualquier trastorno o afección psicológica, incluyendo la fobia social.
-No eres una persona honesta, si al menos no te avergüenzas de ti mismo de vez en cuando.- William Faulkner.
Según este manual, los criterios para diagnosticar una fobia social son:
- La persona experimenta temor ante una o más situaciones sociales en las que se encuentra expuesto a un posible escrutinio, observación o valoración por parte de otros. Entre estas situaciones se incluyen: temor a hablar en público, a conocer gente o a ser observado comiendo o bebiendo.
- La persona posee un temor intenso a comportarse de forma que cause vergüenza o que pueda ser evaluada de forma negativa por otras personas.
- La exposición a situaciones sociales casi siempre causa angustia y ansiedad intensa.
- La persona tiende a evitar o escapar de las situaciones temidas y si no lo consigue las aguanta con gran ansiedad.
- El miedo es desproporcionado en comparación con la amenaza real que supone la situación social.
- Los síntomas de la fobia social deben permanecer, al menos, durante seis meses.
- La fobia social y sus síntomas interfieren significativamente con el funcionamiento social, académico o laboral de la persona.
Finalmente, entre los síntomas físicos relacionados con la fobia social se incluyen:
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- Aumento del ritmo cardíaco
- Aumento de la sudoración
- Temblores
- Sensación de asfixia o falta de aire
- Náuseas o malestar estomacal
- Mareos o sensación de vértigo
- Vómitos
- Tensión muscular
- Dolor de cabeza
- Dificultad para hablar
- Desmayos
Causas de la fobia social
En la actualidad, las investigaciones todavía se encuentran en proceso de descubrir la causa u origen exacto de la fobia social. Sin embargo, muchos de estos estudios sugieren que la amígdala, una pequeña estructura que controla la respuesta al miedo, estaría estrechamente relacionada con la aparición y desarrollo de este trastorno de ansiedad.
No obstante, existen una gran cantidad de variables que pueden ejercer un importante papel a la hora de adquirir esta fobia (y prácticamente cualquier otra). El principal factor de riesgo consiste en la experimentación de una vivencia altamente traumática relacionada con una situación social.
En cuanto al resto de factores de riesgo que pueden potenciar o predisponer a una fobia social son:
- Condicionantes genéticos
- Patrones de personalidad
- Estilos cognitivos
- Aprendizaje vicario o por imitación
Asimismo, en el caso concreto de la fobia social, algunos investigadores están estudiando la influencia del medio ambiente en el desarrollo de la fobia social. Es decir, la posibilidad de que situaciones de maltrato y de adversidad durante la infancia sean factores de riesgo para este trastorno.
¿Existe un tratamiento?
A pesar de que no todas las personas que padecen fobia social suelen solicitar ayuda profesional, aquellos casos en los que el trastorno llegue a ser inhabilitante el tratamiento resulta absolutamente necesario. La terapia psicológica, en ocasiones acompañada por la administración de fármacos ansiolíticos o antidepresivos inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), ha resultado ser la opción más eficaz en el tratamiento de esta fobia.
En el ámbito de la psicología clínica, se han elaborado una serie de protocolos de intervención o patrones de tratamiento que ayudan en la disminución de los síntomas de la fobia social, favoreciendo que la persona consiga restablecer la normalidad en su día a día.
Mediante un trabajo de reestructuración cognitiva se consigue que la persona elimine aquellos pensamientos e ideas distorsionadas que sustentan la fobia social. Además, esto se acompaña de técnicas de exposición en vivo o desensibilización sistemática (DS).
Ambas técnicas se centran en la exposición gradual a la situación temida, bien en directo o bien mediante la imaginación. Junto con estas medidas, se lleva a cabo un entrenamiento en técnicas de relajación que posibilitan la disminución de los síntomas físicos de la ansiedad.
Para finalizar, os dejo con una escena de la película «Sueños de un seductor». En ella Woody Allen intenta conseguir una primera cita con una joven en un museo. Espero la disfruten. 🙂