Psicoterapia sistémica. Definición, referentes y práctica
Por Psicólogo Barcelona.
¿Qué es la psicoterapia sistémica?
La psicoterapia sistémica se encarga del estudio de los fenómenos relacionales y comunicacionales que se dan en los grupos, analizando los efectos que se desarrollan a partir de ella. Las personas que forman parte del grupo se interrelacionan entre sí creando distintos colectivos denominados sistemas. Cada grupo que se crea en la vida de un individuo será un sistema diferente para él. Pareja, familia, trabajo, grupos de ocio… La manera como se relacione cada individuo con su entorno conformará su desarrollo y crecimiento personal.
Sus inicios
Para hablar sobre el origen del modelo sistémico, tenemos que mencionar sus antecedentes. Acabada la Segunda Guerra Mundial, algunos profesionales de la salud mental comienzan a sentirse insatisfechos con los modelos terapéuticos vigentes, que principalmente se basaban en las dos corrientes imperantes: el psicoanálisis y el conductismo. Principalmente, debido a que para esta corriente crítica, los principios que rigen al psicoanálisis y el conductismo incluyen una concepción del ser humano despersonalizante y reduccionista.
Estas críticas promueven el surgimiento de nuevas tendencias, no sólo en la psicoterapia. Así se conforman ideas diferentes y novedosas para la comprensión del ser humano y sus dificultades. Surgen cambios importantes en los paradigmas de las ciencias sociales y naturales, con la aparición de nuevos planteamientos como la cibernética, la teoría de la información, la teoría de lingüística y, sobre todo, la teoría general de los sistemas de Bertalanffy.
Por otro lado, de manera paralela, nacen en los Estados Unidos las primeras asociaciones familiares conocidas como la Asociación Americana para la Terapia Conyugal y Familiar. Movimientos que comienzan a basarse en la Teoría General de los Sistemas para llegar a lo que se conoce hoy en día como Psicoterapia Sistémica.
La biología y las ciencias sociales
La terapia sistémica surge como un método de psicoterapia en el cual se entiende el problema de una forma no aislada. Que está dentro de todo un sistema que lo condiciona, y que involucra a la familia, su entorno y contexto. En otras palabras, para el terapeuta sistémico, el paciente que evidencia los síntomas, no es más que la muestra más explícita de una dinámica disfuncional que ocurre dentro de su sistema familiar y contextual.
Para esto se basa en la Teoría de sistemas planteada por el biólogo Ludwig von Bertalanffy, que tiene por objetivo de estudio los principios aplicables a los sistemas en cualquier campo de investigación. Tomando en cuenta que un sistema es definido como una entidad con límites y con partes que se relacionan entre sí, que dependen unas de las otras y reciben retroalimentación del ambiente externo como interno.
Y pese a que se desarrolló desde el punto de vista biológico, esta teoría influenciará fuertemente las ciencias sociales. En el lugar de la psicoterapia sistémica se considera a la familia como un sistema donde interviene una retroalimentación que influye en las conductas individuales. Dicho patrón de retroalimentación se evidencia en el llamado “paciente índice” o, bien, el individuo que está en el sistema familiar que expresa el malestar psíquico.
Por ende, la influencia de la familia en el proceso terapéutico es clave en el mismo. Pero ¿Cómo se involucra a todo el sistema familiar en terapia con el objetivo de buscar la mejoría de un paciente?
Principales referentes de la psicoterapia sistémica
- John Bell: Fue uno de los precursores con ideas más claras en los inicios del movimiento de terapia familiar. Atendía a los miembros de la familia individualmente para luego desarrollar una sesión conjunta. Y entre sus logros se encuentra el haber creado una metodología específica resultado de su trabajo con la familia de un adolescente agresivo en la década de los 50.
- Escuela de Palo Alto: De esta podemos indicar a autores como Gregory Bateson, John Weakland, Jay Harley y John D. Jackson. Aportarían al modelo sistémico la “Teoría de la comunicación humana”, la cual brinda aspectos como que en un sistema no es posible no comunicar, los mecanismos de los sistemas se regulan por retroalimentación y que existe un conjunto de reglas dentro del sistema que el terapeuta debe conocer.
- Mara Selvini-Palazzoli: Fundó la Escuela sistémica de Milán, y en colaboración con su equipo se centraron en trastornos como la anorexia o la psicosis, patología que según ellos suelen surgir en el entorno de familias rígidas. Trabajando sobre todo con los significados de la familia en relación a los síntomas y del paciente identificado. Creando, por consiguiente, un programa de intervención que consiste en dar la misma tarea a toda la familia, para desmantelar las facciones dentro del sistema que se consideraban como el malestar del mismo.
Otros autores relevantes fueron aquellos que fueron parte del Grupo del Instituto de Investigaciones Mentales, como Jules Riskin, Virginia Satir, Paul Waslawick, Milton Erickson y Richard Fish. Desarrollaron un modelo terapéutico basado en la teoría de los sistemas y la comunicación.
«Creo que el mejor regalo que puedo recibir de alguien es, que me vea, que me escuche, que me entienda, y que me toque. El mejor regalo que puedo dar es ver, escuchar, entender y tocar a la otra persona. Cuando se ha hecho esto, siento que se ha hecho contacto.»
Virginia Satir (1916-1988) Psicoterapeuta estadounidense, conocida especialmente por su enfoque de terapia familiar.
La práctica
La terapia sistémica se caracteriza por un enfoque de solución práctico, en el cual no importa el diagnóstico del individuo enfermo o que tenga el problema. Sino que se centra en identificar los patrones disfuncionales del comportamiento del grupo de personas o del sistema. Con la finalidad de encontrar un equilibrio. De esta manera, el proceso terapéutico sistémico consta de tres fases:
Primera fase: La apertura
Dentro de la terapia sistémica se toma en cuenta como parte del proceso desde el primer contacto que se realiza con el terapeuta. Se le da el nombre de “apertura” porque es, claramente, aquello que inicia el proceso terapéutico que se inscribe en una historia que involucrará al grupo como al terapeuta. De esta manera, la forma más común de realizar esta apertura es mediante una llamada telefónica.
Usualmente esta primera llamada es seguida por un primer encuentro. Que significa para todos los involucrados una especie de cita a ciegas, en la cual se pueden experimentar muchas emociones. Igualmente, para esta primera fase, se establece el llamado contrato terapéutico entre todas las partes. Y en el cual se establece lo que el grupo familiar desea alcanzar, posibles encuentros, horarios, honorarios, reglas, y todo lo que sea necesario para formalizar la relación o sistema terapéutico.
Segunda fase: El intermedio
En la primera parte del proceso terapéutico se culminaba con el establecimiento de un contrato. Ahora procede la labor de entender lo que le sucede a la familia, qué es lo que le ha llevado a terapia. Es decir, se comienza la evaluación y diagnostico familiar. Sin embargo, la palabra diagnóstico en la terapia sistémica tiene un concepto diferente que en otras corrientes terapéuticas. Puesto que se le considera como un elemento que da pistas sobre las cuales se pueden trabajar.
Pero no es un componente estático, sino que puede modificarse conforme va a cambiando la familia durante el proceso. De esta forma, la evaluación y diagnóstico en esta fase se basa en la estructura del sistema familiar, que comprende al conjunto de individuos, sus interrelaciones, roles, jerarquías y reglas internas. Igualmente, en el funcionamiento de la misma, que incluye a la comunicación y afectividad dentro del grupo familiar, los valores, mitos y rituales…
Técnicas terapéuticas
Una vez realizado el diagnóstico familiar y llevada a cabo una hipótesis, se procede a implementar las técnicas terapéuticas. Las cuales pueden ser muy variadas y provienen de gran diversidad de fuentes. Pero que se utilizan para construir algo nuevo con el sistema familiar. Algunas de estas herramientas son:
- Cuestionamiento circular: Es una técnica que le permite al terapeuta reunir una gran cantidad de información útil en poco tiempo mediante las llamadas preguntas circulares. Las cuales tienen una función específica y dan apertura a nuevos cuestionamientos.
- La silla vacía: Esta técnica es tomada del psicodrama, en la que se toma una silla en la cual “se sienta” de manera imaginaria una persona, un sentimiento o una parte de sí mismo. Lo cual permite externalizar lo que la persona está viviendo en sí misma o en la relación de alguien más.
- La varita mágica: Una técnica que puede ser especial para las familias que acuden a consulta con niños pequeños. Luego de la presentación, en lugar de que el terapeuta se dirija a los padres, se puede dirigir a los niños entregándoles una varita mágica, con la cual pueden pedir tres deseos sobre cosas que les gustaría que cambien en su familia.
Tercera fase: El cierre
El final del proceso terapéutico claramente confronta a los integrantes del sistema a la problemática de la separación. Sin embargo, esta se vuelve algo necesario cuando las expectativas de los consultantes han sido respondidas. También existen otros motivos por los cuales se cierra un proceso. Como la deserción de los pacientes, sea porque encontraron satisfacción desde la primera consulta o porque no encontraron lo que estaban buscando.