¿Por qué sentimos miedo?
Por Psicólogo Barcelona.
El miedo, sin duda alguna, es una de las emociones o sentimientos más incómodas que los seres humanos pueden experimentar, una simple palabra que puede resultar paralizante y, más allá de eso, que puede desencadenar muchas características de nosotros mismos que no deseamos, ni queremos en nuestra vida, pero que relativamente son incontrolables.
En ocasiones ha sido el causante de muchas malas decisiones, de muchas preguntas sin respuesta y, además de eso, como si fuera poco, es una de las emociones tan impactantes que pueden afectar a cualquier persona y desestabilizarla por completo, es por esto, entonces que una pregunta aparece constantemente en la mente de cada persona…
¿Para qué nos sirve esta emoción?
El miedo
Es evidente, que antes de saber porqué el miedo llega tan repentinamente a nuestro sistema, debemos saber qué es, y no hablamos de ese concepto básico que, por lo general, se maneja. Profundicemos en el concepto, para que de esta manera, podamos obtener un mejor conocimiento del mismo.
Se sabe que el miedo es una emoción que se produce por una respuesta bioquímica de nuestro propio cuerpo, este se desarrolla justo cuando sentimos que estamos en peligro y nos sentimos expuestos de una u otra manera, a tal punto que llega a ser desesperante; en términos generales, el miedo es la manifestación de nuestro sistema adaptándose al peligro, para luego, en el transcurso de poco tiempo poder huir del mismo.
Cuando es una emoción parcial y no constante y habitual, es saludable. Sin embargo, cuando es recurrente hasta el punto de que la persona no puede evitarlo, es cuando se convierte en una respuesta tóxica. Lo más normal, es que el miedo aparezca con algún estímulo externo, no obstante, si se siente miedo y no hay ningún motivo aparente podríamos entonces definirlo como angustia.
Los dos miedos
Sigmund Freud, padre del psicoanálisis, fue el que definió los dos tipos de miedo, que partiendo de la misma emoción, del mismo mecanismo de defensa, distan en la percepción de los mismos.
Estos son el miedo real y el miedo neurótico, siendo el miedo real el que se manifiesta conforme a la situación actual, la que es una situación de peligro que alerta al sistema, a diferencia del miedo neurótico, que es aquel miedo que no tiene razón de ser. El miedo neurótico es esa clase de interpretación que tiende a exagerar y llevar más lejos una situación que no lo merece, es decir, el miedo que la persona puede sentir no es acorde con el que la situación debería darle.
El miedo y su raíz
Es evidente, que el miedo tiene su raíz más básica en nuestro desarrollo inconsciente, pero más allá de esto, en cada individuo se manifiesta de manera diferente, y es diverso según la personalidad y la perspectiva de cada ser humano; la cultura, por su parte, es una de las raíces del mismo, ya que, si en la región en la que el individuo nace le temen, en un caso hipotético, a los mosquitos, esa persona crecerá y se habituará a experimentar miedo cuando se encuentre cerca de un mosquito.
«El miedo es ese pequeño cuarto oscuro donde los objetivos negativos son revelados»
Michael Pritchard
El miedo, puede surgir en algún punto de la vida por condicionamiento, y es que, aunque a veces no nos percatemos la sociedad nos condiciona en nuestro aprendizaje. Pongamos un breve ejemplo.
Arturo es un adolescente al que le gusta estudiar y almorzar bajo un árbol, sin embargo, un día no puede hacerlo porque un chico se ha adueñado de este. Arturo le dice que lo compartan pero, el chico en cuestión, se niega rotundamente de manera agresiva. Tras pedirle cordialmente durante varias semanas poder estar los dos juntos y recibir negativas agresivas por parte del otro niño en cuestión, Arturo ya no almuerza bajo ese árbol y, aunque meses después el chico ya no se ve interesado por aquél árbol, a Arturo le ocasiona una sensación de alerta e incomodidad estar en ese lugar.
Esta viñeta, resumidamente daría cuenta de cómo explica el miedo desde la corriente conductista. A pesar de que el peligro ya no existe, Arturo sigue relacionando el árbol (lo que era antes un estimulo positivo) a eventos traumáticos que sufrió durante semanas.
¿Por qué sentimos miedo?
Desde la corriente cognitivo-conductual, podemos decir que el miedo sólo es un método de supervivencia adquirido, que hemos heredado por pura genética, no obstante, suele ir más allá de eso, como comentamos anteriormente, nuestra psique tiene diferentes maneras de captar y adaptarse a los conceptos que son gestados en nosotros desde nuestro nacimiento.
Es decir, hay personas que sienten miedo y se satisfacen cuando lo sienten, estas personas tienen una percepción poco común del miedo y lo utilizan a su favor, de esta manera crecen y se desarrollan, tomando el miedo como una parte de sí mismas. Por ejemplo, existen personas que sienten un gran placer a la hora de ver películas de terror, mientras que otras, las evitan a toda costa. Esto nos lleva a la conclusión de que, el ser humano es el que se da el permiso de sentir miedo, cuando piensa y siente que este puede dominarlo, que el temor puede llegar a sentir no será tan paralizante como para hacerse dueño de él.
Entonces, sentimos miedo, porque es un mecanismo de supervivencia necesario y saludable, para nuestra anatomía y nuestras funciones bioquímicas, pero, cuando se vive intensamente y por largos periodos de tiempo esta emoción, es cuando se convierte en, más allá de un beneficio, en una carga pesada que podrá desencadenar muchas consecuencias negativas para nuestra psique.
Entre ellas el desarrollo del intenso miedo sin resolver puede desembocar en paranoia, ansiedad generalizada, miedo a relacionarse, fobias y trastornos como el obsesivo compulsivo, que en el caso de agravarse precisarán de una adecuada ayuda profesional psicoterapia no serán sencillos de afrontar.