La ansiedad: ¿Cómo combatirla?
Por Psicólogo Barcelona.
La ansiedad cuando es elevada y prolongada se convierte en una de esas “amigas” que deseamos alejar lo más posible de nuestras vidas. Cada vez más personas se identifican con los síntomas que esta genera en sus estados más intensos y mantenidos. La generalización de los estados patológicos de la ansiedad en la actualidad no le resta importancia.
Si es bien gestionada nos ayuda durante nuestro día a día a hacer frente al entorno y nos impulsa a reaccionar adecuadamente ante situaciones de peligro. Debemos reconocer cuando los niveles de ansiedad son desadaptativos. Un ejemplo de ello puede darse cuando sentimos mucha ansiedad y la situación realmente no lo requiere. Esto prolongado en el tiempo puede conllevar a que el malestar se cronifique, favoreciendo diversas patologías tanto físicas como mentales.
Ahora bien, si la ansiedad es patológica, ¿cómo se combate? ¿cómo determinamos que nuestra ansiedad es excesiva?
¿Qué es la ansiedad?
Antes de nada debemos ser capaces de reconocerla e identificarla, así que profundicemos sobre el concepto apoyándonos en el manual de diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales DSM V.
El DSM V no solo menciona a la ansiedad como un trastorno, sino a todo un conjunto de psicopatologías que comparten características de miedo, como una respuesta emocional a una amenaza inminente real o imaginaria, y además una respuesta anticipatoria a una amenaza futura. Cabe destacar que también menciona que estos trastornos se diferencian del miedo o ansiedad normal por ser excesivos o persistir más allá de los periodos apropiados, al igual que en muchos casos, suelen producirse como una respuesta irracional.
En otras palabras, tal estado elevado de ansiedad no se sustenta en la vivencia en la que se muestra. En sus diversas formas se presenta mediante tensiones musculares, irritabilidad, pensamientos negativos e irracionales, fatiga, baja tolerancia a la frustración, cambios en el horario del sueño, e inclusive, dependiendo del individuo podrá llegar a afectar al orden alimenticio.
La ansiedad, patológicamente hablando, desde el DSM V puede tipificarse según el objeto o la situación que inducen esos miedos y síntomas excesivos e irracionales. Sin embargo, dicho manual deja en claro que si es desadaptativa y persistente durante periodos prolongados de la vida del paciente puede repercutir gravemente en su estado psicofísico.
La ansiedad no puede evitarse, pero sí reducirse. La cuestión en el manejo de la ansiedad consiste en reducirla a niveles normales y en utilizar luego esa ansiedad normal como estímulo para aumentar la propia percepción, la vigilancia y las ganas de vivir.
Rollo May, psicólogo y psicoterapeuta existencialista estadounidense. (1909-1994)
Tipos de ansiedad
El trastorno de ansiedad puede dividirse según el grado de los síntomas que el paciente padece y a través del contexto en el cual se produce la sintomatología.
A continuación, podrás conocer más a fondo los tipos de ansiedad.
- Agorafobia: Este tipo de trastorno es bastante común. Muchas personas no se percatan de que la padecen y está relacionada con el miedo a salir de casa, más específicamente, centrada en un sentimiento de angustia e inseguridad constante que aparece en el sujeto al estar en contacto espacios abiertos, en los cuales, a la hora de una crisis de ansiedad, no se pueda huir de manera inmediata. Proviene del pensamiento irracional de quedar atrapado en público sin escapatoria alguna. Es por esto que, por lo general, las personas que padecen de este trastorno suelen evitar el contacto con el mundo exterior. Así, reducen sus viajes, reuniones… evitando de esta manera que su angustia se haga real.
- Fobia social: Esta es el trastorno de ansiedad que se le presenta al individuo al estar expuesto a un entorno social. Las personas diagnosticadas de fobia social suelen referir angustia de decir o comportarse de una manera que pueda ocasionarle vergüenza. Es por esto tienden a evitar mediar palabra o salir con personas ajenas a sus círculos más allegados, frecuentando solo aquellas personas que le generan confianza y que, no lo criticarán por sus crisis ansiosas. Además de esto, el individuo es capaz de reconocer que este temor es irracional, pero no se siente capaz de intentar alejarlo de su vida.
- Estrés postraumático: Es uno de los trastornos de ansiedad con más prevalencia. Generalmente la persona experimentó un momento nada agradable en su vida, que no desearía revivir, ya que esta experiencia para ella fue traumática. Entonces la aparición de algún objeto, cosa o situación que le recuerde a dicho evento, podría elevar sus niveles de ansiedad.
- Trastorno de ansiedad generalizada: Es un estado general de ansiedad, que tiene relación con varios aspectos de la vida del individuo. Entonces, la preocupación y la angustia desenfrenada es constante e incontrolable, haciendo que la persona se sienta irritable, llena de fatiga, agotada, intolerante, impaciente…. Así decrece exponencialmente la calidad de vida del individuo, complicando en el individuo su día a día.
Ansiedad generalizada: síntomas, causas y tratamiento.
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Estos son solo algunos de los tipos de ansiedad, sin embargo, existen otros tipos, como el TOC (trastorno obsesivo compulsivo), el trastorno de ansiedad debido a enfermedad médica, el trastorno de ansiedad por separación, el trastorno de ansiedad inducido por sustancias y los ataques de pánico, que son igual de importantes que los que se mencionaron con anterioridad.
¿Cómo podemos combatirla?
Existen diversos caminos para combatir la ansiedad, pero lo más recomendable es acudir a un especialista que nos ayude en este difícil proceso.
A través de la corriente cognitiva conductual, se aborda la ansiedad de manera bastante eficaz. Se parte siempre del estudio caso por caso, utilizando las herramientas que nos aporta dicha corriente psicológica.
Una de las técnicas más relevantes a la hora de tratarla es la reestructuración cognitiva. La ansiedad es subyacente a una preocupación y angustia excesiva, que no permite que el individuo que la padezca se desenvuelva de manera óptima en su entorno. Esto es a causa de pensamientos irracionales que, sin duda alguna, habrá que reelaborar. Así que, la reestructuración cognitiva sería el primer paso.
Luego de trabajar con esos pensamientos irracionales es de suma relevancia exponer gradualmente al individuo a los estímulos temidos. Se utiliza la reconocida técnica terapéutica denominada “desensibilización sistemática”. Aquí el especialista poco a poco irá mostrándole estímulos al sujeto en cuestión que puedan ocasionar estados leves o moderados de ansiedad, con el fin de que la persona se vea preparada para exponerse cara a cara a su temor.
La selección de las técnicas a utilizar dependerá del caso en cuestión y del tipo de trastorno. Para obtener buenos resultados psicoterapéuticos el individuo deberá tomar conciencia del trastorno que lo aqueja y mostrar buena predisposición inicial a la psicoterapia.